Si bien la parte más divertida de ser mamá es conocer a tu bebé y disfrutar de todos esos dulces momentos cuando los dos están acurrucados, necesitarás establecer horarios para amamantarlo y ponerlo a dormir. Desafortunadamente, si tienes mastitis, las cosas no van a ser tan fáciles.

Las mamás primerizas tienen que ocuparse de muchas cosas. La mastitis no debería ser una de ellas. ¿Las buenas noticias? No tiene por qué ser así.

Sigue leyendo para saber exactamente qué es la mastitis, cómo saber si estás sufriendo esta afección, qué hacer si la tienes y cómo prevenirla en el futuro (sí, ¡es totalmente posible!).

¿Qué es la mastitis?

Muy común en las mamas que dan pecho, la mastitis es la inflamación de los senos que a menudo, pero no siempre, es causada por una infección. Esto ocurre cuando se obstruye un conducto de leche y no drena como debiera.

Aunque a menudo ocurre durante las primeras seis semanas de amamantamiento cuando no tiene un horario para alimentar a tu bebé, puede ocurrir en cualquier momento cuando una mujer está amamantando. En algunos casos, muy raros, puede ocurrir incluso cuando una mujer no está amamantando. (fuente)

Las mamás que amamantan generalmente pueden identificar la mastitis, o cuando un conducto esta bloqueado o obstruido, por un bulto rojo, hinchado, sensible o tibio o por un borde en forma de cuña en el seno. Esta dolorosa afección también puede manifestar síntomas parecidos a los de la gripe, como fatiga, dolores corporales y fiebre. (fuente)

¿Por que se tiene mastitis?

La mastitis es más común antes de que se establezcan los horarios de amamantamiento durante las primeras seis semanas que la mujer está amamantando. Esto es así porque, a menudo, la mastitis ocurre cuando la mama no se ha vacíado por completo.

Conoce más acerca de las posiciones para amamantar de esta manera tu bebé tendrá un mejor agarre.

A continuación te presentamos lo que puede aumentar el riesgo de contraer mastitis:

Exceso de leche

Dado que la congestión puede provocar mastitis, las mamás que producen demasiada leche, o producen un exceso, tienen más probabilidades de padecer mastitis. (Conoce más sobre cómo administrar el exceso de leche.) Si crees que estás produciendo demasiada leche, puedes intentar alimentar a tu bebé con mayor frecuencia. Si no puedes administrar tu producción de leche, un asesor en lactancia puede ayudarte a regularlo. (Aquí puede ver cómo encontrar un asesor de lactancia.)

Destete apresurado

Cuando pasa mucho tiempo entre las sesiones de amamantamiento, salteártelos o no extraer la leche con una bomba cuando no amamantes puede congestionar tus senos o pueden llenarse de demasiada leche, lo que puede provocar mastitis.

Bacterias

También puedes contraer una infección que cause mastitis cuando las bacterias entran al pezón, a menudo si esta agrietado o dolorido. Lávate bien las manos antes de alimentar o extraer leche, desinfecta las piezas de la bomba y aplica aceites naturales o cremas sobre los pezones agrietados.

Presión en los senos

La presión excesiva sobre los senos cuando usas un sujetador ajustado, o un cinturón de seguridad por un largo tiempo o si duermes boca abajo, todo esto puede obstruir los conductos. (fuente)

Estrés y fatiga

Algunas investigaciones afirman que las mujeres que están estresadas o excesivamente cansadas son más susceptibles a la mastitis. Entonces no te olvides de cuidarte y busca la ayuda de familiares y amigos durante las primeras semanas de tu recién nacido.

Síntomas de la mastitis

Los síntomas de la mastitis se presentan de repente. Es posible que tengas mastitis si sientes dolor en una parte de tu seno, particularmente si está rojo, sensible o caliente al tacto. Otros signos de mastitis incluyen los síntomas típicos de resfriado o gripe, como fiebre, escalofríos y dolores en el cuerpo.

Te presentamos una lista completa de los síntomas de la mastitis:

  • Pechos hinchados, sensibles o calientes al tacto
  • Dolor o ardor durante el amamantamiento
  • Enrojecimiento cutáneo
  • Fiebre de 101 F o mas
  • Síntomas similares a los de la gripe, incluidos escalofríos y dolores en el cuerpo

Cómo tratar la mastitis

Si te estás preguntando cómo curar esta afección, te tenemos buenas noticias: generalmente es fácil de tratar. Sin embargo, es importante que la hagas tratar rápidamente. Si la mastitis no se trata, puede agravarse y producir un absceso mamario, una acumulación de líquido infectado en el tejido mamario, que puede ser más difícil de curar.

Remedios homeopáticos para la mastitis

Joette Calabrese, una médica homeópata con mucha experiencia, ofrece las siguientes soluciones homeopáticas:

  • BelladonnaEn los casos mas graves de mastitis, cuando la mama está muy roja, caliente, hinchada y produce mucho dolor, toma una dosis de Belladonna cada 3-5 horas hasta que desaparezcan los síntomas. Si no mejoras después de 5 dosis, aplica otro tipo de tratamiento.
  • Pitolaca: Para casos más moderados de mastitis, toma una dosis de phytolacca cada 3-4 horas hasta que los síntomas mejoren.
  • Hepar Sulph 6: Este remedio debe tomarse en conjunto con una de las dos opciones anteriores. Toma una dosis cada 3-4 horas entre las dosis de los otros remedios.

Remedios caseros para la mastitis

Aunque lo mejor es consultar a un medico, si tienes fiebre o síntomas parecidos a los de la gripe, generalmente la mastitis se puede curar con algunos remedios caseros.

Además del descanso, la nutrición adecuada y mucho líquido, aquí hay algunos otros tratamientos que puedes aplicarte en tu casa:

  • Compresa caliente: Antes de amamantar a tu bebé, pon una compresa tibia y húmeda (o una almohadilla térmica) sobre el área afectada de tu seno durante aproximadamente 15 minutos. Esto ayudará a calmar la sensibilidad y aumentar el flujo de leche, y finalmente quitara la obstrucción en el conducto.
  • Ducha caliente: Cuando te bañes, deja correr agua tibia sobre tus senos y masajea suavemente con los dedos el área afectada.
  • Amamanta con mayor frecuencia: Aunque inicialmente puede ser doloroso, si sigues amamantando, esto podría ayudar a despejar el conducto de leche obstruido. Aliméntalo con mayor frecuencia, comenzando con el seno afectado. Si te produce demasiado dolor, comienza con el seno que no esta afectado y cambia al seno afectado una vez que se agote el primero.
  • Pon al bebé en otra posición: Amamanta a tu bebé con su barbilla o nariz mirando el área afectada. De esta manera, mientras chupa, la cara del bebé le dará un suave masaje al conducto de leche bloqueado.
  • Usa aceites esenciales: Masajea el seno afectado con aceites comestibles (como el aceite de coco) o lubricantes naturales durante o después de las tomas para ayudar a destapar los conductos obstruidos.

Lee aquí acerca de más tratamientos naturales para destapar un conducto de leche obstruido.

Antibióticos para la mastitis

Si los remedios caseros no funcionan o si necesita más alivio del dolor, o reducir la fiebre, las mamás que amamantan pueden tomar medicamentos de venta libre, como acetaminofén (Tylenol). Para ayudar a reducir la inflamación, puedes tomar sin ningún problema ibuprofeno, como Advil o Motrin. Sigue las instrucciones que vienen en el empaque, y si tienes alguna pregunta, consulta a tu médico.

Si tus síntomas no mejoran dentro de las 12 a 24 horas o si experimentas síntomas parecidos a los de la gripe, consulta con tu médico—es posible que necesites tomar antibióticos para eliminar la infección.

Las infecciones generalmente son causadas por una bacteria resistente a la penicilina llamada S. aureus. Otras bacterias llamadas Streptococcus and Escherichia coli también pueden estar causando la mastitis. Tu médico puede recetarte una medicina resistente a la penicilina como dicloxacilina o flucloxacilina para curar la mastitis. (fuente)

Al igual que con cualquier otro antibiótico, debes tomar toda la dosis que te recete tu médico, incluso si comienzas a sentirte mejor. Si no se trata la mastitis, puede convertirse en un absceso mamario, que es una condición más difícil y dolorosa de tratar.

¿Puedes amamantar si tienes mastitis?

La respuesta corta: ¡sí! De hecho, la lactancia materna debe ser tu primera línea de defensa para curar la mastitis. La lactancia le ayuda a tu cuerpo a superar la mastitis y las propiedades antibacterianas de tu leche te ayudarán a proteger a su bebé de la infección. (fuente)

Aunque puede ser doloroso al principio, no dejes por completo de amamantar. Si dejas de amamantar bruscamente, la mastitis podría empeorar y aumentaría el riesgo de desarrollar un absceso mamario. La lactancia materna te ayudará a vaciar el pecho y desbloquear el conducto de leche obstruido.

Cuando amamantes a tu bebé, comienza a alimentarlo con el seno afectado. Si te causa demasiado dolor, prueba con el otro seno. Una vez que la leche esté fluyendo, mueve a tu bebé al seno afectado, alimentándolo hasta que el seno esté completamente drenado. Puedes masajear suavemente el área afectada mientras alimentas o posicionas al bebé para que su nariz o mentón presione suavemente el área afectada (leer más arriba acreca de esto).

Si de plano no puedes amamantar, intenta extraer la leche con una bomba manual o automática. Un asesor en lactancia también puede ayudarte a encontrar una solución que te funcione. (Obtén más información sobre cómo trabajar con un asesor de lactancia.)

¿Cuánto dura la mastitis?

Con los remedios caseros adecuados, como la alimentación continua y las compresas tibias (ver más arriba para más información), los síntomas deberían mejorar dentro de las 24 horas. Si los síntomas no mejoran dentro de las 24 horas, aun con todo lo que estés haciendo para mejorar esta condición, llama a un médico para que determine si tienes una infección que necesite tratarse con antibióticos.

Cómo prevenir la mastitis

Desafortunadamente, las mujeres que ya han tenido mastitis están más propensas volver a tenerla. Pero hay hay buenas noticias: hay muchas cosas que puedes hacer para evitarla. ¿La línea defensiva número 1? Amamanta con frecuencia para vaciar tus pechos y queden sin leche. Aquí te presento una lista completa de formas de prevenir la mastitis:

  • Amamanta con frecuencia: Saltarte sesiones puede causar congestión, facilitando al obstrucciones de los conductos de leche.
  • Reduce la presión sobre tus senos: Evita usar sujetadores ajustados con aros, no uses el cinturón de seguridad durante mucho tiempo, no duermas boca abajo y evita lo que pueda ejercer una presión innecesaria sobre tus senos.
  • Masajea regularmente los senos: Acostúmbrate a masajear suavemente tus senos mientras te duchas, teniendo cuidado de masajear debajo del pecho donde la leche tiende a juntarse.
  • Asegúrate de que tu bebé se agarre bien a tu seno: Si tu bebé no se agarra bien, es posible que no este tomando toda la leche de tus senos. Esto garantizara que el bebé reciba suficiente comida y que tus senos estén sanos.
  • Quítate la leche a mano: Si tus senos están tan llenos de leche que tu bebé no se enganche correctamente o al amamantar no disminuye la congestión, masajeate con la mano lo necesario para tener un poco de alivio. Ten cuidado de no excederte, ya que eso puede provocar a su cuerpo a seguir produciendo leche en exceso.
  • Cuídate: con un recién nacido, es más fácil decirlo que hacerlo ¿verdad? Los estudios muestran que la privación del sueño y una dieta deficiente pueden aumentar la probabilidad de contraer mastitis. Si estas agotada, pídele ayuda a tu pareja, a un amigo o a un miembro de tu familia.

Si se te congestionan los senos, tienes problemas al amamantar o sufres ataques frecuentes de mastitis, un especialista en lactancia puede aconsejarte las mejores posiciones para amamantar y ayudarte para que tu bebé tenga un mejor agarre y más efectivo.